Septiembre, el mes donde todo se vuelve dorado. Septiembre marca el inicio del otoño, una estación mágica que transforma la luz y el alma del hogar. Las tardes se tiñen de calidez. Una luz natural, que invita a la pausa, la contemplación y el disfrute de lo simple. Esta luz dorada natural, que entra por las ventanas en ángulo bajo, no solo ilumina: envuelve y acaricia.
Es en esta atmósfera donde nace una de las decoraciones más bonitas del año: aquella que no necesita luces artificiales, solo dejar que el otoño entre y abrace tu hogar con su calidez.
No hace falta cambiar toda la decoración para adaptar nuestro hogar a esta preciosa estación. Juega con los textiles, muebles auxiliares y complementos de hogar. Detalles sutiles que ayuden a que la casa se mimetice con el ambiente exterior: una manta de lana, un plaid a los pies de la cama, un sillón decorativo de tacto extra-suave, cojines con texturas que anuncian la temporada otoño-inverno...
El otoño no entra con prisas. Llega despacio, con cambios casi imperceptibles: un amanecer más fresco, una hoja que cae, una luz distinta en la pared. Esa misma sutileza es la que debe desprender nuestra decoración de hogar.
Inspírate en nuestros estilismo y viste tu hogar de otoño. Luz dorada, calidez y sutileza.